Es mi opinión y desde una perspectiva subjetiva, sé que una de las cosas que tuve fueron suerte pero si soy consciente que hice algunas cosas bien. Por lo tanto, me gustaría compartir con vosotros mi opinión al respecto.
El valor de la práctica. Si tengo una cualidad es que puedo trabajar aunque me aburra mucho. Así, pude practicar la dos semanas previas a la exposición más de 20 veces. Había días que exponía incluso hasta 3 veces.
Desde que comencé a opositar gasté mucho tiempo en investigar y mejorar en metodologías, recursos y juegos. Y casi nada en instagram (porque no estaba tan extendido).
Cada punto de la programación estaba cuidado, tenía algún matiz característico o alguna cita a la hora de verbalizarlo o algún matiz que lo hacia único.
Fui el tio más curioso y preguntón durante el proceso. Hablé con muchos docentes con plaza, opositores, preparadores, gente que había sido tribunal y gasté tiempo en hacer las preguntas adecuadas.
Sin duda tuve suerte, por el tribunal con mente abierta, por ser el último en exponer (y tener más tiempo) y porque hay cosas que no puedes controlar y me favorecieron.
Sabía interpretar la ley, al principio la odiaba luego me volví un friki de ella, me sabía artículos de memoria, incluso sabía disposiciones adicionales o justificaciones para sustentar mis aportes.
Y algo fundamental, como gastaba tanto tiempo en buscar recursos, me aseguraba que cada semana aprender algo nuevo, para mejorar aunque fuera solo un 3% mi programación . En 40-45 semanas es mucho.